Cógeme la mano.

Cógeme la mano y salgamos de aquí. Llévame a un lugar donde las guitarras suenen rasgadas por viajeros de pelo largo y el aire huela a cerveza de barril.

Cógeme la mano y salgamos de aquí. Llévame a un lugar donde las guitarras suenen rasgadas por viajeros de pelo largo y el aire huela a cerveza de barril. Dónde el tiempo lo marquemos nosotros, a nuestro propio ritmo, y no un objeto atado a la muñeca (o a la mano). 

Salgamos corriendo. Huyámos lejos sin mirar atrás. Dejémos las ataduras impuestas por un mundo cada vez más enfermo de egos heridos, de frustración agresiva y de amores desalmados. ¿En qué momento el ser humano se extravió a sí mismo? ¿En que momento se desconectó de su alma y perdió su sentido de vida? Construyámos un mundo que sea sólo nuestro, ajeno a la neblina que amenaza con cegarnos. Un mundo cálido, acogedor, único… lleno de pequeñas lucecitas anaranjadas que tintineen mientras hacemos el amor.

Volémos a algún lugar remoto donde los amaneceres huelan a sal y los atardeceres a hierba mojada. Rompámos los cánones, los estereotipos, los «debería ser», los convencionalismos… rompámos con las normas impuestas y hagámos nuestras propias leyes. Llenémos nuestras vidas de polvo de mariposas, que algunos dicen que éstas al final se van, pero yo digo que el polvo que dejan siempre se queda, dentro de una cajita en el corazón, atada con un hilo rojo.

Cógeme la mano y salgámos de aquí. 

Y no me sueltes.

Nunca.

Sketch probando superposiciones de imágenes.

Desidia laboral y la fascinación de las mentes retorcidas.

Tengo un trabajo que en ocasiones me aburre.

En otras, me fascina.

Esto último pasa pocas veces, a decir verdad.

Lo que realmente me fascina es ese misterio interno de las personas. Esa cosa extraña, peculiar, puntillosa, retorcida o inesperada que tenemos todos, que nos hace únicos y, no siempre, es precisamente lo bueno. Tampoco lo malo. No sé si  me explico.

Por poner un ejemplo… hace unas semanas estuve en uno de esos lugares donde antaño hubo vida y movimiento. Hoy no es más que una estructura inmensa de cemento, columnas y recovecos llenos de polvo y suciedad. En un rincón con vistas de altura, reconvertido a vivienda improvisada, la locura aislada de sus habitantes se hacía manifiesta por doquier. Todo estaba lleno de basura, por decirlo de algún modo.

Sin embargo, entre todas esas cosas amontonadas entre sí, escondido bajo un colchón mugriento, papel de tabaco y billeteros de tela, había una foto. Era una foto pequeña, hecha con algún tipo de cámara de fotos instantánea. La imagen era una captura a contraluz de un momento de juego familiar rodeado de pompas gigantes de jabón.

A mis ojos de artista, una maravilla.

Esa persona, tenía esa foto cerca del lugar dónde duerme… quizás esa imagen desate todavía más su locura, tal vez, le traiga un recuerdo entrañable que le ate a la tierra… quién sabe…

Y es ahí, justo ahí, donde empieza la fascinación, donde está LA HISTORIA.

Me encantaría algún día aprender a transmitir justamente eso en mis escritos o dibujos…

De momento tengo que seguir trabajando, hoy en mi turno de noche, donde a veces la mente desconecta y otras, se aferra al deseo de seguir soñando hasta que los sueños se vuelvan realidad.

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Estudio

Aprender a transmitir.

A veces no podemos elegir las cosas que nos pasan, pero siempre podemos elegir la forma en que actuamos ante ellas.

A veces no podemos elegir las cosas que nos pasan, pero siempre podemos elegir la forma en que actuamos ante ellas.

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Tengo muchos objetivos éstos días que por diversos motivos no estoy cumpliendo. Uno de ellos es éste: aprender a reflejar el alma con los dibujos.

Aprender a transmitir.

Hablar sin palabras.

Escribir es un canal…

En el silencio, ese que dice cosas, las palabras me fluyen solas y soy capaz de ponerle sonido al dictado del alma, de los anhelos, de los miedos… aunque a veces la voz que transcribo y los sentimientos del corazón se contradigan.

Nunca se me ha dado bien expresar mis emociones de viva voz. En un primer momento soy como mis dibujos, una expresión intensa vomitada sin pensar. Sé que eso no sienta bien. Muchas veces hago daño.

A veces mucho.

Por eso escribo.

En el silencio, ese que dice cosas, las palabras me fluyen solas y soy capaz de ponerle sonido al dictado del alma, de los anhelos, de los miedos… aunque a veces la voz que transcribo y los sentimientos del corazón se contradigan.

Nadie dijo que la vida fuera fácil ni las relaciones humanas sencillas.

No sé porqué hago lo que hago, a veces. Ni por qué lo hago de esa manera, tan basta, tan predispuesta a destruir más que a construir. Supongo que es la desesperación, mis ansias por agradar y contentar, mi manía de anularme en ocasiones a mí misma en pos del amor. No hay forma de arreglar ese defecto en mí.

Pero lo sigo intentando.

Así que me siento y escribo.

Otra vez.

Celebremos el amor pero de otra manera.

Celebremos el amor en sí, no sólo el amor romantico. San Valentin sucks.

Siempre he odiado San Valentín.

Toda mi vida. Jamás lo he celebrado. Considero que es una excusa más de los centros comerciales para que gastemos dinero después de las navidades, las rebajas y antes de Semana Santa.

En los tiempos que corren parece que el amor romántico, tan representado en las películas y en Disney, donde tanto lo mitifican, está mutando. Hay un hastío generalizado en la sociedad, incluso llego a creer que está desapareciendo.  Sin embargo, también creo que hay una necesidad enorme de amor.

Yo abogo por cambiar el Valentín por el día del AMOR. El amor por el respeto al otro, por el cariño. El amor a esos amigos que siempre están ahí, a la familia, a tu pareja desde la individualidad de cada uno. Ese amor amplio por el prójimo que nos hace ser más empaticos, comprensivos, solidarios. Voto por celebrar el amor más puro y fiel, como el que te da tu perro.

Y sobretodo celebremos el amor por nosotros mismos. Por entendernos, por tratarnos con algo más de cariño de lo que solemos hacer. También, con más realidad. Aceptemos nuestras virtudes y defectos y amémoslas por igual. Comprémonos nosotros mismos los bombones si nos apetecen.

Celebremos el día del AMOR.

Ese que tanta falta hace.

El que es auténtico y no impuesto.

Amor de verdad.

RETO Día 26: caricaturizando a…

No lo he podido evitar. Ha sido superior a mi.

He estado navegando por Instagram en busca de alguien que me «dijera» algo para mi reto y me he topado, como no, con Dulceida. Siento mucho si a alguien van a ofender éstas palabras pero es que esta muchacha es superior a mi.

Para quién no la conozca, ésta muchacha es una «influencer» de moda que salió por televisión diciéndole a la gente joven que se hicieran «influencers» porque no tenían que estudiar, que se fijaran en ella, que se estaba forrando sin haber siquiera aprobado el instituto.

Esta vorágine egocéntrica en los que muchos se dejan absorber, y de la que ésta señorita forma parte, da para varios posts por lo que ahora mismo no voy a profundizar en el tema.

Simplemente le dedico a esta muchacha una selfie-caricatura ante el espejo donde creo que se representa bien mi idea sobre ella. ¿No os parece un poco el payaso de IT?

Pues eso mismo.

RETO Día 25: Jugando con la moda.

A ésta muchacha la llamaré Alba. A Alba le gusta la moda y hace un tiempo que se dedica a desfilar en pasarelas nacionales. Todavía no le han ofrecido una importante fuera del país pero a ella le encantaría trabajar en París, Londres o Nueva York. Está empezando y la competencia es muy dura. Su madre le decía que se dedicase a estudiar, que esa fijación que tenía ella por las pasarelas no la iba a llevar por el buen camino. Ella nunca le hizo caso. Su sueño siempre había sido desfilar para Chanel, pura elegancia atemporal…

RETO Día 23: Sr. Brody…

Ésta caricatura rápida está inspirada en una foto que encontré en el perfil de Instagram de Adrien Brody, el actor.

Sí, lo sé, parece que me ha dado por las narices grandes (Saragrafías, a ver qué me dices de las narices grandes jajaja es broma). De echo busqué especialmente a éste actor por su nariz.

La cuestión es que me hizo mucha gracia la expresión que tenían los dos hombres en la foto y quise acentuarla, hasta hacer que los dos pareciesen sacados de un cómic. ¿Sabíais que ahora el susodicho también es artista plástico? Su perfil de Instagram es muy creativo, toda una sorpresa.

Ahora bien, si no os hubiese dicho de dónde sale el dibujo… ¿qué diríais de ellos? A mi me da la sensación que se lo están pasando en grande.