Celebremos el amor pero de otra manera.

Celebremos el amor en sí, no sólo el amor romantico. San Valentin sucks.

Siempre he odiado San Valentín.

Toda mi vida. Jamás lo he celebrado. Considero que es una excusa más de los centros comerciales para que gastemos dinero después de las navidades, las rebajas y antes de Semana Santa.

En los tiempos que corren parece que el amor romántico, tan representado en las películas y en Disney, donde tanto lo mitifican, está mutando. Hay un hastío generalizado en la sociedad, incluso llego a creer que está desapareciendo.  Sin embargo, también creo que hay una necesidad enorme de amor.

Yo abogo por cambiar el Valentín por el día del AMOR. El amor por el respeto al otro, por el cariño. El amor a esos amigos que siempre están ahí, a la familia, a tu pareja desde la individualidad de cada uno. Ese amor amplio por el prójimo que nos hace ser más empaticos, comprensivos, solidarios. Voto por celebrar el amor más puro y fiel, como el que te da tu perro.

Y sobretodo celebremos el amor por nosotros mismos. Por entendernos, por tratarnos con algo más de cariño de lo que solemos hacer. También, con más realidad. Aceptemos nuestras virtudes y defectos y amémoslas por igual. Comprémonos nosotros mismos los bombones si nos apetecen.

Celebremos el día del AMOR.

Ese que tanta falta hace.

El que es auténtico y no impuesto.

Amor de verdad.

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